Cuidar la imagen: la primera impresión es la que cuenta

¿Qué es la imagen corporativa?

La imagen corporativa de una empresa es la percepción o idea que tienen los públicos sobre ella y se forma en la mente de éstos por medio de los distintos mensajes que transmite la organización y por la identidad visual de la misma. Es decir, es lo que cada persona piensa de la empresa a partir de la experiencia que ha tenido con ella, tanto directa como indirectamente.

Por tanto, es la primera toma de contacto con los clientes potenciales y hay que cuidar cada uno de los detalles para que la imagen intencional que queremos que los públicos tengan tenga coherencia.

En este punto hay que dejar claro que no sólo hay que tener en cuenta los mensajes que se publican para los públicos externos, sino que hay otros aspectos clave para que la primera imagen de la empresa que tiene nuestro público sea la mejor posible:

 

IDENTIDAD VISUAL

Es lo primero que se ve: el nombre, el logo, los colores, la tipografía, los uniformes, etc. Hay que marcar muy bien estos detalles y elaborar un “Manual de Identidad Visual Corporativa” para que todos los mensajes que emitamos sean iguales y no caigamos en el error de utilizar colores que no son de la empresa o un logo obsoleto. Además, elegir un nombre fácilmente identificable, pronunciable y legible hará que se aumenten las posibilidades de que ese nombre se recuerde con mucha más facilidad.

Así mismo, la identidad visual es cambiante, se actualiza para no quedarse anticuada, pero los cambios no pueden ser bruscos (como en el caso del cambio del logo de Instagram) deben darse paso a paso para no desorientar a nuestros públicos. Un claro ejemplo de un buen cambio es Google que ha modificado su tipografía a lo largo de los años, así como sus colores, pero de una manera muy sutil que, casi, no nos hemos dado cuenta.

 

LA IMAGEN A NIVEL INTERNO

Si no se transmite a los trabajadores aspectos como el trato de los temas de la empresa, la forma de actuar con los clientes, la comunicación al hablar con ellos, los elementos que tienen que usar, las normas y reglas, etc., no sirve de nada un “Manual de Identidad Visual Corporativa”.

Podemos decir que la comunicación interna es uno de los aspectos más importantes en una empresa. Si los empleados no están al corriente de lo que sucede en la empresa se genera un ambiente de descontento y surgen los rumores, que no hace sino perjudicar a la empresa. 

Hay que tener en cuenta que el primer público prescriptor de la empresa son los propios empleados. Por tanto, si un empleado está contento hablará positivamente a su entorno de la empresa, pero, por si el contrario, no se siente a gusto, hablará mal de ella y no la recomendará.

 

EL LUGAR DE TRABAJO

Tener un espacio de trabajo atractivo, accesible, donde no sólo los miembros de la empresa estén cómodos sino también los clientes, genera un ambiente de bienestar. Así mismo, es importante tener en las instalaciones los recursos necesarios para poder realizar reuniones efectivas. Además, domiciliar la empresa en una dirección representativa proyectará una imagen mucho más profesional y atractiva.

 Puntos a tener en cuenta para dar la mejor impresión posible en un primer contacto:

  1. Cuida tu propia imagen. La forma de vestir, el lenguaje no verbal, la forma de expresarte, etc., cuenta mucho en una primera toma de contacto.
  2. Sé puntual. No hay nada peor que hacer perder el tiempo de la otra persona.
  3. La tarjeta de presentación debe estar pensada al milímetro para llamar la atención y que sea más efectiva. Debe estar en concordancia con la identidad visual de la empresa y la tuya propia.
  4. Cuidado con el correo electrónico. Cuidar la redacción, la ortografía y el mensaje que estamos escribiendo para que no sea malinterpretado.

 

Teniendo en cuenta estos puntos, cuentas con las claves necesarias para generar una buena impresión y mantener una imagen impoluta, lo que generará una mayor aceptación y atracción de futuros clientes.